Eté & Los Problems es una banda con doce años de trayectoria que, a partir de “El Éxodo”, su gran disco de 2014, se ha ganado un lugar en el medio local obteniendo una buena repercusión tanto en la prensa como en el público. Un público que entró al mundo de Los Problems por la ventana del hit “Jordan” y descubrió que detrás de esa canción había una banda sólida con un buen camino recorrido. Este año, “El Éxodo” los llevó a tocar en Europa y en estos momentos, su líder Ernesto Tabárez se encuentra en plena tarea de composición de lo que será su próximo trabajo. Antes de enfocarse de lleno en su nueva producción, Eté & Los Problems despiden el álbum que les ha dado tantas satisfacciones presentándose en La Trastienda el próximo viernes 3, en el que cerrarán esta etapa tocando por última vez todas las canciones del mismo y algún adelanto de lo que se viene. En esta entrevista, repasamos junto a Ernesto el trayecto de estos últimos tres años y además nos cuenta algunos detalles de este show con características de festejo.
Por Liber Aicardi
¿En qué contexto personal y de la banda nació “El Éxodo”?
Personalmente, yo me acababa de separar y estaba como reformulando todo. Y en cuanto a la banda, llevábamos ya, dos años y “pico” tocando “Vil”, nuestro disco anterior. No estábamos tocando para mucha gente… igual había como cierto entusiasmo pero estábamos cansado de tocar “Vil”. Estuvimos mucho tiempo tocando esas canciones y, ahí, hicimos el último show en octubre de 2013 y me dediqué a escribir el disco. Me fui a la casa de una amigo, una casa muy rara en el barrio Bella Vista, al lado de la rambla, y al lado de la vía del tren (por eso el disco tiene algunos trenes) y me quedé encerrado con un piano, una guitarra y las cosas para grabar. Me aislé del mundo y durante un mes y medio, más o menos, en noviembre, diciembre, me dediqué específicamente a escribir el disco todos los días, en muchos turnos y alimentándome con uno o dos “choripanes” por día en un medio tanque que tenía a una cuadra y media, por eso el video de “Jordan” también tiene un “choripan”. Era: ir, comerme un “choripan” y seguir trabajando. Ése era el contexto.
Cuando ya tenías el disco terminado ¿Veías el potencial que podía tener el disco para todo lo que vino después?
Yo siempre se lo veo, pero nunca se había dado. Pero yo cuando hago un disco siempre siento que es una bomba. Siempre. Es como que doy por hecho que estamos haciendo el mejor disco del mundo. Por eso, le puedo dedicar un año de trabajo y todo el esfuerzo que lleva y el dinero que lleva hacer un disco. Es porque creemos en él y porque sentimos que el mundo entero debería escuchar lo que estamos diciendo.
Ya que nombraste a “Jordan” (el tema), utilizar a un basquetbolista, encima extranjero, como metáfora no es de lo más habitual para un tema de una banda uruguaya.
Yo cuando era niño jugaba al básquet en el (equipo) Cyssa Maroñas y jugué al básquet desde los nueve a los quince años, una cosa así, y me fascina. Además, Jordan es la cosa más parecida a un ídolo que yo he tenido, más allá de cualquier músico. Los músicos cambian, Jordan no. Jordan sigue estando ahí flotando sobre los demás.
Al momento de sentarte a escribir el próximo disco ¿lo hacés desde otra perspectiva ó lo tomás igual que cuando te sentaste a escribir “El Éxodo”?
Sí, de hecho estoy haciendo algo bastante parecido. Me alquilé un lugar en la Ciudad Vieja donde me encierro y laburo en el disco. Yo creo que lo único que puedo ofrecer son canciones que me gusten mucho a mí y, después, a las personas le gustarán o no. Pero la única medida es que me gusten a mí y a mis compañeros y a la gente que está trabajando conmigo. De hecho, el material nuevo que llevé a Los Problems les gusta, están entusiasmados, estamos en un momento de mucho entusiasmo con el disco. Luego de eso, esperamos que les guste a las personas, pero la única forma que tenemos de hacerlo es hacer canciones que nos gusten a nosotros, partiendo de la base de que no debemos ser tan distintos a los demás.
Jordan es la cosa más parecida a un ídolo que yo he tenido, más allá de cualquier músico. Los músicos cambian, Jordan no. Jordan sigue estando ahí, flotando sobre los demás.
Con “El Éxodo” estuvieron tocando por Europa ¿Cómo les fue?
Nos fue intenso. Nosotros nunca habíamos hecho una gira tan larga y tan lejos. Tocamos trece veces en Alemania para personas que no hablaban el idioma, después nos fuimos a España. Fue una experiencia muy enriquecedora sobre todo. Aprendimos mucho de nosotros mismos, de cómo hacer algunas, de qué cosas no hacer cuando estás en gira y es algo que yo, realmente, quiero volver a hacer cuando tengamos el próximo disco.
¿Y qué tal la respuesta de la gente?
Muy variada. Alemania tiene lugares muy distintos, las noches son distintas. Hubo lugares donde nos recibieron como una súper banda… no sé si tanto, pero en Kiel empezamos a tocar, la gente no tenía idea quiénes éramos y al sexto tema estaban “prendidos fuego” y después en Bavaria, tuvimos muchos shows con la gente muy respetuosa pero si hubieran puesto una película era lo mismo para ellos. En todo los shows pasó que alguien cuando terminábamos y nos sentábamos en una mesa a vender discos, siempre tuvimos gente que nos comprara el disco, que se lo firmáramos, que charlar con nosotros. Eso pasó en todos los shows.
¿Qué podés adelantar del show en La Trastrienda como cierre de “El Éxodo”?
Es el show más grande que hayamos hecho. Es una jugada grande para nosotros, ya que tocamos en La Trastienda algunas veces, pero en este show, además vamos a grabar una película del show, como un poco “extraña”, que va a estar dirigida por Matías Ganz, que es el mismo director del video de “Jordan”, y realmente estoy fascinado con lo que se le ocurrió; es como muy evocador y a mí me resultó hermoso. Por otro lado, la idea es invitar a todos los músicos que nos acompañaron en este tiempo porque, también, es una forma de celebrar todo lo que este disco nos trajo y todo lo que nos pasó, entonces queremos, por primera vez hacer una Trastienda que esté llena de gente, (siempre lo queremos), pero queremos de verdad un show grande y copado y juntar alegría para después juntarnos a hacer un disco, que siempre es un mundo difícil y uno está a la deriva cuando está empezando a escribir. Entonces, realmente queremos poder tener una última celebración de esto que ya sabemos que nos salió bien, y, en todo caso, después dedicarnos a hacer el disco. La idea es ésa, juntar a todos los que vinieron y decir: esto nos salió bien, vamos a cantar las canciones, es la última vez que vamos a tocar todo el disco, agradecer por todo, recibir el cariño ése para irnos fuertes a encerrarnos de vuelta y perdernos a la deriva en un disco nuevo que no sabemos dónde nos va a llevar y lo veremos cuando hayamos llegado. Esto ya sabemos que nos quedó lindo, que nos salió bien y que hay un montón de gente que va a disfrutar de eso porque ya pasa; ésta es la última vez que nos salió bien, la próxima veremos si nos sale bien, así que vamos a festejar…tengamos un éxito más antes del fracaso (risas).
Nosotros siempre hablamos de ‘la antorcha’ porque es una metáfora que yo usé cuando estaba escribiendo el disco todo el tiempo para mí mismo y para mi vida, que era: la canción como una antorcha y seguila, seguila y seguila. Ésa era la idea.
Aparte es muy significativo cómo se da el ciclo de un disco que se llama “El Éxodo” y que los llevó por lugares tan distintos, no sólo físicos, y que ahora tenga un cierre que sería el fin de ése éxodo, el regreso.
Sí, de hecho vuelve al lugar de donde salió. Nosotros siempre hablamos de “la antorcha” porque es una metáfora que yo usé cuando estaba escribiendo el disco todo el tiempo para mí mismo y para mi vida, que era: “la canción como una antorcha y seguila, seguila y seguila”. Ésa era la idea. Nosotros empezamos la idea siguiéndola y, después como llevándola. Ahora, nos parece que lo ideal es volver al lugar donde la levantamos por primera vez e “incendiar todo”. Mi imagen es hacer un fuego grandote y dejar una ciudad en llamas, y nosotros salimos en caravana por Fernández Crespo con matracas rumbo a la oscuridad y, después haremos un disco (risas). De la oscuridad, volveremos con un disco bajo el brazo, o no. Yo creo que sí, todo está para que siga, así que confiemos en que a la vuelta de la oscuridad haya un disco.
¿Van a adelantar temas del próximo disco?
Vamos a tocar tres canciones del nuevo disco, que muestran como tres puntas del disco. Es un disco medio “puntiagudo”, o sea, tiene muchos extremos. Todo esto es teórico porque el disco no existe. Existen un grupo de canciones que yo estoy haciendo, pero la idea es mostrar alguna de las partes del disco, digamos. Vamos a tocar tres canciones que nos parece suficiente. A mí me cuesta mucho sacar las canciones del disco y de su contexto, pero me parece que estas tres, incluso, al terminar de armar la lista, en el lugar que quedaron, de algún modo, pertenecen al mismo show, realmente. Es un show bisagra entre un disco y otro, y creo que las tres elegidas están buenísimas.