Tras diecisiete años de silencio discográfico en cuanto a composiciones originales, Elefante, grupo referente de finales de los 90’s y comienzos de los ’00 en nuestro país, publicó a fines de 2018 y de manera independiente, “Detrás de los muros”, un poderoso nuevo álbum. Además, desde hace muy poco tiempo, se encuentra disponible en las diversas plataformas de streaming toda su discografía, incluyendo “Elefante en vivo”, un registro original de 2002, inédito hasta ahora. En diciembre de 2018, y luego de algunos cambios, la banda estrenó formación, actualmente compuesta por los históricos miembros Stella Maris en voz, Harry en bajo y Maneco en guitarra y samples, a quienes se les sumaron Sabra en guitarra y Federico Rebollo en batería. A propósito de la presentación oficial de “Detrás de los muros” el sábado 4 de mayo, a las 21 hs, en Sala Zitarrosa, conversamos con Stella Maris y Harry sobre el nuevo disco, el regreso al circuito y el futuro de la banda, entre otros temas.
Por Liber Aicardi
¿Cómo se dio el regreso de la banda en 2014?
Stella Maris – Yo me junté con Maneco y, él, me hacía la cabeza para juntarnos y yo le decía “¿te parece?”. Y, en un momento, empecé a pensar “¿y si volviéramos?” Entonces, le escribí al Bestia para ver cuál era su punto de vista porque era la persona que estaba más lejos. Y me dijo que, para él, estaría bueno hacerlo por un par de toques, nada más, que la única razón por la que volvería a Uruguay era por un desastre nuclear (risas). Y una mañana me levanté y dije “sí, quiero”. Le escribí a Maneco y nos juntamos una noche a tomar cerveza y escuchar los discos de Elefente y como que nos fuimos contaminando y le escribimos a Harry: “tenemos que juntarnos”. A los pocos días, nos juntamos y empezamos a cranear la vuelta, con muchas dudas ¿no? Justamente, había que suplantar como el alma del Bestia que le daba ese sonido tan particular a las violas y a las canciones. Y, de a poco, comenzamos a rearmar la banda. Hablamos con Albana (Barrocas, baterista), enseguida dijo que sí, después se sumó Juan Benia (Jhonny B Gore, guitarrista) y, de la nada, empezamos a pensar y aprontar la Sala Zitarrosa. Y estuvo buenísimo porque, cuando nos juntábamos Maneco, Harry y yo a tocar las viejas canciones, recobrábamos la misma emoción que cuando las tocábamos doce años atrás.
Harry – Una cosa mágica que pasó, cuando nos juntamos a ensayar, antes del primer ensayo, me puse a sacar los temas y decía “¡Pah! Qué bueno que está esto”… De hecho cuando tuvimos ese primer ensayo y ella se puso a cantar al lado mío y su voz empezó a inundar todo el lugar decía “¡Qué bueno! ¡Qué bien que canta!” Era un disfrute que fue generalizado. Lo que faltaba era respuesta de la gente y, en ese toque, me acuerdo que abrieron las puertas porque había quedado mucha gente afuera, me dijeron que fue de los toques más numerosos que hubo, era lleno total. Todo te decía que sí, hacelo, juntate.
¿Cómo encontraron el circuito luego de dejar de tocar tantos años?
Stella Maris – A mi modo de ver, el circuito está como muy perezoso. Con el tema de las redes y lo que es internet, es muy inmediato, tenés todo al alcance en tu casa. Entonces, el ir a un show, a no ser que sea una persona que salga mucho, que guste mucho de ir a conciertos, la gente no va mucho a los shows hoy en día, creo que prefiere hacer otras cosas. Capaz es una cuestión de propuestas. También, yo responsabilizo un poco a la comunicación: estás en tu casa y tenés todo, internet te ofrece todo.
Harry – Tampoco hay boliches como Perdidos en la Noche, todos esos boliches que estaba buenísimo tocar por más que sean chicos. Nos encontramos que ya no hay esas cosas.
Stella Maris – Nosotros pertenecemos a otra generación, entonces, reunir un público salidor implica hacer un público nuevo. Los de la generación nuestra ya son padres, están con la cabeza, un poco, en otras cosas. Juntamos algunos románticos pero no da para tocar todo el tiempo, hacer grandes inversiones de dinero y energéticas para hacer los toques muy seguido. La Sala Zitarrosa fue una vez, pero porque era la vuelta, después, la gente no sigue yendo todo el tiempo.
Un nuevo disco de Elefante es un reto muy importante. Yo no lo tomé así nomás. De hecho, varias composiciones quedaron afuera, temas que ya estaban armados, con letra y todo, que no fueron en el disco. Fuimos selectivos a la hora de elegir los temas para el disco.
Harry
¿Cómo fue el proceso desde aquella reunión del grupo hasta llegar a “Detrás de los muros”?
Harry – La historia de Elefante siempre fue, más o menos parecida. A no ser en el primer disco, cuando entró Maneco (guitarras y loops), él ya trajo la idea de usar las computadoras, hacer la masterización con cajas y todo eso. Entonces, ahí, empezamos a usar nuestros recursos. Para mí, “Bazar” (2001), es un disco que suena muy bien para la época en la que fue hecho, si bien se hizo una masterización en Argentina, el disco ya se sonaba todo. Seguimos con esa onda, se grabaron las baterías en estudio pero, todo se hizo acá, en casa. Terminar el disco nos llevó mucho tiempo, yo me demoré mucho con el tema de la composición y producción, también hubo cambios de guitarristas. Como el Bestia (ex guitarrista) dejó la banda, tuvimos que buscar otro guitarrista, hicimos esos toques por 2015 con Jhonny B. Gore, después él se fue, luego vino un amigo y tocamos un recital nomás con él y, después, se fue. Entonces, cada vez que venía un guitarrista había que prepararlo, pasarle todas las cosas. Había que abocarse a hacer un buen disco y eso nos demandó todo este tiempo.
A la hora de hacer el nuevo disco ¿les pesó estar a la altura de la obra anterior de Elefante?
Harry – Yo, personalmente, lo tomaba con mucho respeto, había que hacer algo sofisticado, buscarle la vuelta, que sea original. Elefante siempre fue algo distinto, algo que suena bien, entonces, es muy complicado reproducir eso hoy. Una cosa era en el ’96 que lo que hacíamos nosotros nadie lo hacía y hoy, haya o no haya bandas que hagan lo mismo, un nuevo disco de Elefante es un reto muy importante. Yo no lo tomé así nomás. De hecho, varias composiciones quedaron afuera, temas que ya estaban armados, con letra y todo, que no fueron en el disco. Fuimos selectivos a la hora de elegir los temas para el disco.
Sí, hay un giro hacia un sonido más denso ¿no?
Harry -También va en cómo nos agarra a cada uno hoy en día, no vas a transportarte a aquella época y decir prácticamente lo mismo ¿no?
Stella Maris – Yo creo que tiene que ver con la parte de producción que, de repente, en los primeros discos de Elefante el bajo capaz que estaba en otro plano y, ahora, el productor es él (Harry). Entonces, capaz, ahora está nivelado para ese lado. Los ingredientes y la forma de componer, creo, que son los mismos pero, cuando vos vas y hacés sonar algo le das participación o destaque a distintas cosas.
En las letras, también, hay una vuelta de tuerca…
Stella Maris – A medida que pasa el tiempo, cada vez me siento más desinhibida para escribir lo que quiera. Capaz que, en algún momento, me preocupaba si lo que escribía era cursi o algo por el estilo. Realmente, ahora, me gusta lo que escribo. Acepto lo que escribo como algo que me gusta y me gusta, también el plano el que me muevo, siempre trato de hablar de las cosas simples mezcladas con cosas que te marcan mucho, como los dilemas existenciales, pero, siempre, tratar de mezclarlos con la naturaleza.
A medida que pasa el tiempo, cada vez me siento más desinhibida para escribir lo que quiera. Capaz que, en algún momento, me preocupaba si lo que escribía era cursi o algo por el estilo. Realmente, ahora, me gusta lo que escribo. Acepto lo que escribo como algo que me gusta y me gusta, también, el plano el que me muevo…
Stella Maris
Son muy visuales, te generan un sentimiento pero no hablando tanto en primera persona sino por la fuerza de las imágenes…
Stella Maris – Es probable, no lo había visto nunca así. Capaz que, al escribirlas yo, las veo en primera persona, pero está buenísimo que sea así, que vos te podés ver en otra persona.
¿Cómo se adaptan a las nuevas tecnologías en cuanto a la difusión de la música?
Harry – Recién ahora nos estamos relacionando con todo lo nuevo. Acabamos de subir toda la discografía. Elefante nunca estuvo, encontrás alguna cosa suelta en Soundcloud o algún video en YouTube pero, ahora sí, está en todos lados.
¿Toman como desafío conquistar nuevas generaciones que, por ejemplo, crecieron con un rock uruguayo de exportación, de grandes festivales, etc?
Stella Maris – Sí, claro. Yo creo que, en realidad, si me pongo a mirar las bandas que se vuelven masivas y tienen un público fiel que da como para tocar y estar en la cancha notoriamente seguido, son bandas de mucho tiempo que están juntos, como El Cuarteto de Nos, Buenos Muchachos… son bandas que tienen una madurez a nivel humano, son gente que han sabido ser como una familia, por decirlo de alguna forma. Para que suceda eso, a no ser que seas un producto, la fórmula es ser perseverantes y consecuentes en el tiempo. Más allá de todas las contras que tenés que es el mercado, el hacer todo a pulmón, el cansancio de que querés tocar, pero otro día te aburrís y decís “mejor trabajo ocho horas”…Pero, si vos tenés perseverancia, yo creo que eso sucede de alguna forma.
Harry – Yo estoy muy contento con el grupo humano que se armó en esta formación de Elefante. La onda que hay está muy buena y creo que va a dar para mucho.
¿Cómo viene el futuro de la banda?
Stella Maris – Ahora estamos tocando todo el set que estamos armando para la Zitarrosa con los dos nuevos amigos integrantes.
Harry – Tenemos la cabeza en la presentación y tocar todo el disco nuevo.
Stella Maris – También, esperamos poder concretar la idea de un video, que lo venimos craneando desde el año pasado y es, un poco, el proyecto que queremos presentar en el FONAM. Y, en lo personal, estoy con mucha inquietud de las nuevas cosas que van a surgir con el nuevo batero y el nuevo violero porque son gente con mucha cabeza musical, gente muy amplia, escuchan todos los estilos y eso es muy rico al momento de largarse a componer.
