Capítulo 32

#SoyFan

Nico Barcia

  • La edición N°32 de #SoyFan es una edición peculiar. En primer lugar, porque nuestro invitado y su antigua banda, Chicos Eléctricos, han sido referenciados en ediciones pasadas por Marcelo Fernández y Marcos Motosierra, respectivamente. Otro aspecto que le suma particularidad a esta entrega es que, Nico Barcia, se declara fan de alguien con el cual compartió banda: Germán Mazzei, quien supo ser guitarrista de “los Eléctricos”. El próximo sábado 22, a las 22 hs, en Solitario Juan, el ex vocalista de Chicos Eléctricos y actual Hotel Paradise y Reyes Estallar, presentará su show “Extra Brut”, donde, en un formato de voz y guitarra, promete repasar canciones de todas sus bandas, además de interpretar algunas versiones y estrenar nuevas músicas. Lo que sigue, son las palabras de Nico sobre su amigo Germán “el Momia” Mazzei, a quien define como “el mejor guitarrista de RnR que hubo acá”.

    “Lo conocí en el liceo 31, en los 80s. Él es unos años mayor, pero yo andaba por lo general con gente más grande. A esa edad, andar con gente tres o cuatro años mayor es medio extremo, porque te hacen acelerar un poco algunos procesos. Yo andaba mucho en la calle y él también. Nos conocíamos de vista y teníamos algunos amigos en común.
    Germán era de la UJC, y en su casa se hacían todas las reuniones, peñas, guitarreadas y eso… porque estaba llena de música: de músicos (él y toda su familia) y de instrumentos. Su casa, que luego, durante años, fue nuestro centro de operaciones era un bastión barrial, de amigos, de reuniones, asambleas…
    Yo no era ‘bolche’. Y no me caían bien los ‘bolches’ porque se metían mucho en las vidas privadas de la gente. Eran como mormones. Te encaraban de a dos o tres y te cuestionaban porque decían que el fasito y la música gringa eran instrumentos del imperio y toda esa lata. Era el auge de Pablo y Silvio.
    Resultó que ‘el Momia’ escuchó ciertas cosas sobre mí y algunos amigos. Los ‘bolches’ averiguaban cosas, tenían como unas libretas, me acuerdo. Un día, se me apareció ‘el Momia’ en carácter de urgente y confidencial, presentándose y advirtiéndome que estábamos en unas listas. Fue un buen gesto, porque nos empezamos a cuidar un poco por las dudas y a no marcar bobera en el liceo, porque los ‘ujota’ eran bravos. Quizá, todo esté teñido con un poco de fantasía y de lo que, para entonces, era una lógica paranoia, pues, no hay que olvidarse que hablamos del primer mandato del viejo Sanguinetti, miliquero de alma, lo que era igual a una dictadura. Gobernaba la cana. Las calles eran de las chanchitas. Por un cuetito podías danzar mal, y estos flacos nos rompían las bolas y anotaban nuestros nombres en esas libretas. No era lindo eso…
    A los pocos días, sonó el teléfono y era ‘el Momia’. Quedamos en vernos para fumar un porro. Creo que él no lo había probado aún. Nos juntamos en Michigan y espontáneamente empezamos a hacer temas de los Stones, Pink Floyd, los Who, Sex Pistols, Violent Femmes, etc, que es lo que escuchábamos y, ahí, empezó una hermandad que tuvo nuestra increíble conexión musical como núcleo, la que puedo decir muy contento y orgulloso, que hoy sigue intacta.

    En ese mismo momento me hice su fan, la primera tarde que lo vi. El oído y el swing que siempre tuvo eran obscenos. Empezaba a pelar riffs y canciones sin parar, lo que a cualquiera que lo escuchara dejaba con la boca abierta. Yo no fui la excepción.
    Además de un montón de características personales y humanas que no vienen al caso, lo que más admiro del Momia es que, siendo alguien muy inteligente y brillante, que si hubiera querido hubiera sido un músico absoluto, nunca pudo, ni quiso, apartarse del espíritu desde el que toca. No piensa. Toca con el corazón. Le arranca notas a cualquier instrumento que tenga adelante. Le das un piano y lo toca, le das un ukelele o un cuatro y lo toca. La batería, toca. Canta, armoniza. Pero no piensa mucho. Siempre lo tuvo adentro. Y el que lo lleva adentro lo lleva adentro. Hay un montón de músicos que pasan trabajos terribles para poder tocar. Tienen que estudiar mucho, esforzarse, y practicar, y escuchar culadas de música creyendo que con eso se inspirarán para hacer algo original pero no lo logran… Se atragantan con una cantidad ridícula de información que, a la larga, los sepulta, porque no hay nada que hagan que no sea una réplica de algo que han escuchado. Hay mil casos acá. Germán es todo lo contrario. Es pura emoción y acción.
    El Momia sonríe cuando toca. Todo y todos se la sudan. Nunca sintió que tenía que compararse con nadie. Es, muy lejos, el mejor guitarrista de RnR que hubo acá, y por supuesto el mejor, el más atrevido, divertido y brillante con el que toqué. Está él y muy por debajo empiezan a aparecer, algo anémicos, los demás. El momia es amor, luz, talento en bruto y corazón. Y con su sonrisa y sus dedos de morcilla ha llegado rockeando a donde, a mi entender, no ha llegado nadie acá.”

    A continuación, te compartimos los cinco temas que Nico Barcia eligió, donde Germán Mazzei con la salvedad de que “acá es donde se me complica un poco, pues, lamentablemente, el Momia no tiene demasiados registros públicos tan conocidos como con Chicos Eléctricos, donde fue primera guitarra fundador. “El Momia” tocó en todas las banditas previas a los Eléctricos, grabó el conocido tema “Oh Banana”, con el que la banda se dio a conocer, y luego se fue a vivir a Suecia, no llegando a grabar el primer disco de la banda, en cuyos riffs y composiciones se ven sus inequívocos aportes. Luego de su vuelta en el 94, volvió a los Eléctricos hasta el final y grabó los discos “Psychosound” y “Juguete Subterráneo”, donde alcanzó, creo yo, picos altísimos de talento y originalidad. Entonces voy a remitir a algunas de las canciones de esos discos para que si algún desprevenido aún lo hace, pueda conocer al más groso y genuino de todos los violeros locales. Podría decirte: ‘poné cualquier tema de esos dos discos y ya’, pero si tienen que ser solo cinco, hoy elegiría estos.”

  • Psychosound. Siempre fue un placer escribir dejando espacios para Germán, porque sabés que lo que haga te va a romper la bocha. Acá, el muy pillo, nos enseña cómo una frasesita muy básica de 3 o 4 notas puede ser perfecta e instalarse en tu cabeza de inmediato. Eso es magia. Su magia. No puedo imaginarme este tema sin esa frase de la guitarra del momia.
  • OK. Este para mí es un pico alto de improvisación y entramado de violas. A veces, si lo escucho, no me doy muy cuenta quién es quién. El “OK” me lleva a tiempos lisérgicos donde nos pasábamos todo el día juntos y maqueteando porquerías en el porta, que después grabábamos. El “OK” es un verdadero exponente del género Psychosound, por lo esquizoide de su guitarra, que se te clava en el cerebro y se burla de tu percepción
  • Como un Misil. Bueno. Una pasada de trapo que hace ver a los chicos rudos del rock local como unos papanardos a los que les faltam 2 o 3 vidas más para tocar rocanrrroll.
  • Kurten Saken. “El Momia” trajo de Suecia un libro de sueco y, jodiendo en la casa, mientras lo leíamos inventamos la historia del Conde de Kurten Saken, y peló un riff obseso jodiendo con la guitarra (aunque era claramente una línea de bajo) que te mantiene en vilo. Es urgente y con un swing de la gran puta, lo que hizo evidente que luego de escribirlo fuera él el único capaz de grabarlo en el bajo con la onda adecuada. Todo el tema es solamente el bajo del Momia. El resto es relleno.
  • Oh Banana. El primer hit de Chicos Eléctricos, nombre que también él le puso a la banda. Frescura, originalidad, rock n roll y una pasada de trapo muy grande a todos quienes hacen o creen hacer r´n´r por acá. El fuckin’ Momia.
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