#TrackXTrack: Mateo Braga – “La ciudad se derrumba”

01. Los cuerpos (vals obituario). Cuenta una historia ficticia bastante apocalíptica que, en una segunda lectura, deja entrever referencias a la realidad, al contexto de pandemia en que fue escrita y a nuestro comportamiento como sociedad. De alguna manera busqué, con cierto grado de ironía, interpelar al escucha (y a mí mismo) escudándome en una historia de ficción y en aquello de “cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”. Es una canción bastante oscura, especialmente si se la compara con las que suelo escribir. No solo en su letra sino también en la melodía, el registro de voz y el sonido.

02. Cuando caiga la luna (milonga en una nota). Una letra metafórica, muy ambigua, que permite distintas interpretaciones. De hecho, yo terminé de darle mi interpretación, mi sentido, una vez que ya la había escrito. Pero está bueno que cada oyente le dé el suyo y, por eso, me guardo mi lectura para mí. La melodía tiene la particularidad de que está cantada casi toda en una sola nota, lo cual sumó el desafío de ofrecer variedad melódica desde mi otro instrumento: la guitarra. Me gusta especialmente cómo va creciendo la canción desde la intimidad del formato de guitarra y voz hasta el formato completo del trío. Y, como si fuera poco, cuenta con la participación de Kuropa como segunda voz, que es un verdadero lujo.

03. Las paredes del alma (historia de una ilusión). Es una canción que me emociona mucho por la historia que cuenta. La historia de una ilusión, de un sueño cumplido. Me inspiré principalmente en una historia real, de un artista en concreto, pero también, un poco, en la de tantos otros artistas que supieron borrar las fronteras de lo intangible y, de alguna manera, abrir la cancha para los que vinimos después y los que vendrán. La música tiene una fuerte influencia del canto popular uruguayo, especialmente de cancionistas como Eduardo Mateo y Fernando Cabrera.

04. Pasando en limpio mi mente (canción de posdesamor). Estaba queriendo escribir una canción de desamor, de esas que nunca fallan y que me salen con facilidad, pero no me estaba saliendo nada. Entonces se me ocurrió cambiar el enfoque, el punto desde el cual la canta el personaje y posicionarme un poco más adelante en el tiempo. Así salió esta canción de “posdesamor” que, en realidad, describe un instante, un pensamiento que quizás puede durar apenas un par de segundos pero que, sin embargo, es algo con lo que cualquiera se puede identificar. Musicalmente es quizás la más “pop” de las cuatro, con un rasgueo y acordes sencillos, pero vestida de maravilla con la guitarra de Kuropa y el precioso solo que aportó Andrés Pigatto en el contrabajo.