Llegó el momento de repasar la música que nos dejó este 2018 que va terminando y, al igual que en 2017, en Metrónomo decidimos hacerlo con las canciones que marcaron el año. Para ello, invitamos a algunos colegas y referentes del periodismo musical de nuestro país a que hicieran lo mismo y lo compartieran con nosotros. La consigna fue “Los diez temas nacionales que definieron el año” y no necesariamente debía existir un orden de preferencia. Durante los próximos días iremos repasando las diferentes listas, además de la nuestra. Desde ya, agradecemos eternamente a los colegas que, nuevamente, brindaron su tiempo y conocimiento para este repaso.
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Nicolás TabárezEscribo en El Observador desde 2014. Me desempeño en el área de cultura y espectáculos, sobre todo escribiendo sobre música, pero también cubro otros temas que me apasionan como el cine y la literatura.
Colaboro con el portal El Astillero de las letras, de la editorial Penguin Random House, donde escribo reseñas literarias. Soy, además, uno de los fundadores y responsables de la plataforma de podcasts Polenta, donde participo en dos programas: ¡Santas Listas!, sobre cine, y Fútbol para tontos.
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Juro palabra – Arquero ft. Hache Souza
Es la mejor declaración de amor hecha canción que dio la música uruguaya este año, y en mucho tiempo. En un disco repleto de canciones pegadizas, divertidas e inteligentes, esta colaboración entre Arquero y Hache Souza mezcla ternura, romance, sexo, pasión, baile, y sobre todo, amor. Todo encima de un beat electrónico que invita a sacudirse.
Leine – Eté & Los Problems
Otra canción que podría haber sido reemplazada por unas cuantas compañeras de disco, como Hambre, Los Eucaliptus o Bailemos. Pero esta conjuga la oscuridad y la potencia habitual de los Problems, con un ritmo chacarero que viene cabalgando con unas guitarras distorsionadas de fondo. Acá la banda crea climas, y eso la hace destacar dentro de este nuevo puñado de canciones del grupo. Es uno de los temas más criollos de la banda, aunque lleva por nombre el de un río alemán.
Juana$ – AFC
Ya suenan las primeras notas y el oyente se tele transporta a una pista. El grupo de raperos maragatos hace bailar bastante en su nuevo disco, Murgang, y acá está todo resumido: hay referencias locales, internacionales, una base discotequera, las habituales rimas a toda velocidad de Hurakán y DönFelipe, y muchas ganas de quemarse todo el dinero en una buena fiesta.
Cruzar la noche – El Astillero
El minimalismo al que apunta el trío formado por Garo Arakelian, Franny Glass y Diego Presa es llevado a una de sus expresiones más hermosas en esta canción, que con tres guitarras muteadas, casi punks, y las tres voces, logran confeccionar una canción memorable, delicada y que lleva el corazón en la mano. La parte final, en la que se repite «que el amor, me ponga a prueba», es preciosa.
Sin pausa – Sante Les Amis
El electro pop (ahora totalmente en castellano) de la banda, que este año publicó Sueño animal, tiene una de las encarnaciones más destacadas en este tema, que sin abandonar los sintetizadores y la onda bailantera, recurre también a una base potente y sobre todo, a una letra con una melodía casi tanguera, a cargo de David Stabilito, que por momentos se confunde con Fernando Cabrera.
El abrazo – Santi Mostaffa
En esta selección hay unos cuantos temas raperos porque es un género que ha dado un salto tremendo en los últimos años, con una seguidilla impresionante de discos y canciones excelentes. Santi Mostaffa cerró su disco Escapismo con este tema, que pega durísimo. Emociona, y se siente como el rapero abre el pecho y muestra todo, dándole un cierre poderoso a un disco que también hace bailar, habla de amor, y ofrece mezclas con candombe, plena, jazz y funk.
Selva – Los Hermanos Láser
Fluye como un río. Es un tema «colgado» pero que hace que uno se mueva, que navega por un ritmo hipnótico y con un peso importante de la percusión, entre tribal y pop. La melodía viaja a lo largo de 4 minutos, que van ganando en intensidad, pero que nunca dejan de avanzar de forma orgánica.
Kimchi – Martín Rivero
Un riff con aires asiáticos, un nombre que refiere a una comida coreana y ambiente de karaoke chino en un tema de esos protagonizados por un bailarín que habla con el DJ y le pide una canción de amor. Pop sin tapujos, que obliga a pararse y empezar a agitar el cuerpo.
Obsesa – Romina Peluffo
Todo empieza con un bajo. Va taladrando, pegando seguro. Y ahí viene la voz, la de uno de los grandes debuts discográficos del año. Que habla de obsesiones. Que repite como un mantra «tengo esta obsesión». De nuevo. Y de nuevo. La locura y la tristeza por el amor perdido están ahí, gritando por salir. Con unas pocas palabras, en esta canción se dice un montón.
Martillos – La mujer pájaro
Mientras los pies golpean el suelo, los ojos se cierran y la cabeza se pierde en esta canción, parte del excelente segundo disco de la banda. Una letra optimista, que habla de amor y colores (pero sin caer en facilismos), un colchón sonoro bien mullido, guitarras hipnóticas y una melodía que invita a volar. No se necesita más que eso.