La Ruta hace una parada más, y tras salir de México a Ecuador, nos asentamos en la región aparentemente menos prolífica del continente si de rock se trata, Centroamérica; que no obstante, alberga una propuesta emergente con una idea clarísima de camino dentro de la música, que de tan destacada, nos demanda un espacio en esta entrega. Hoy: Nemi Pipali.
Por Eduardo Camacho
Nemi Pipali
La ciudad de Managua, Nicaragua, es la cuna de este trío conformado el año del 2011 por Bruno Cortina, Michael Cortina y Evenor González, quienes con el formato más básico de una banda de rock (guitarra, bajo, batería, voz) han venido a situarse como el proyecto más atractivo de su escena nacional, con base en una simple pero contundente filosofía, que por importante que sea, es respaldada por el virtuosismo implacable detrás de su sonido.
Esta cosmovisión que da vida a la banda se halla primero en su nombre, Nemi Pipali, conjunción de vocablos náhuatl cuyo significado esclarece y brinda la inmejorable carta de presentación de “Vivir el presente”, que luego es reforzada por sus canciones. Así entonces, este grupo de Nicas se sirve de lo único que hay –el instante que acontece- para fundar su proceso creativo y desarrollarlo hasta ver completado el ciclo en el oyente, entregando en el hasta ahora único ‘largaduración’ esa esencia, que transcurre de principio a fin.
Con ello, ‘Crece’ (2016) aparece como un álbum conceptual sobre lo que los define, la mera libertad del ser, el fluir eterno del presente y sus infinitas elecciones probables, proyectadas tan bien en cada corte que el escucha es invitado a participar de la creación de mundos e historias a su antojo como lo hace la banda en el disco cada vez que le das Play.
Rock desestructurado que se nutre mucho, tanto del jazz como de los ritmos latinos, y que a través de esa manera de conducirse, tan abierta, termina otorgando una identidad más firme de lo que muchas propuestas desearían tras ver la luz su álbum debut. Nemi Pipali es una banda como ninguna, con un mensaje de libertad que es expuesto de manera muy concreta por sus letras cortas, y de un modo profundo por la ejecución de sus instrumentos.
Hasta ahora, el innegable talento de este trío los ha llevado a tocar en El Salvador y pronto los situará en Honduras, pero su calidad musical les reclama romper más fronteras. Lo diré en otras palabras, Nemi Pipali suena a lo que debe sonar el rock latinoamericano de hoy, del ahorita, siendo ésta una conclusión dada por el móvil mismo de la banda, su espíritu y la actitud que evoque aunque su sonido, como espero que suceda, siga cambiando.
Eduardo Camacho
Mexicano profesional de la comunicación interesado en la música, el cine y otras formas de narrativa. Actualmente, anfitrión de El Roll, programa que de manera paralela a La Ruta, explora el presente de los caminos de la música alternativa en América Latina todos los jueves a las 11 am (Mx) /1pm (Uy) a través de pasajerofm.com o en su versión podcast mediante pasajerofm.com/elroll.
Twitter: @eleduroll
Instagram: @eleduroll