Tras un período de inactividad AFC volvió a publicar nuevas composiciones, que en esta oportunidad ven la luz en formato EP. A lo largo de los cinco tracks que conforman el “Eterno Retorno”, los liderados por los MCs Donfëlipe y Hurakán Martínez, despliegan distintas variantes de su arsenal musical: efectivos y rockeros riffs, toques electrónica y trap, inundados de filosas rimas que son especialidad de la casa. Al mismo tiempo, en esta nueva etapa, los maragatos optaron por un cambio en el proceso de trabajo. Se consolidaron como banda, y no sólo para sus shows en vivo, ya que a diferencia de trabajos anteriores, Vicio Martínez (guitarra), Martín Patetta (bajo), Ismael Barbé (batería), Alejandro Casco (teclado, samples) e Ismael Geribón (segunda guitarra, percusión) participaron de manera activa a lo largo del recorrido que dio lugar a este muy buen puñado de canciones.
Los próximos jueves 21 y viernes 22 de noviembre a las 21:00h en Inmigrantes (J. Paullier esq. Guaná), AFC presentará el nuevo material en vivo con dos shows que marcarán su vuelta a los escenarios y las poquísimas entradas restantes se encuentran a la venta a través de RedTickets.
Sobre el regreso, la nueva dinámica de trabajo y el resurgimiento del proyecto tras sortear algunas situaciones internas que pusieron en duda la continuidad del mismo, conversamos con Felipe Craciel (AKA Donfëlipe) y Joaquín “Hurakán” Martínez.
Por Liber Aicardi
Foto: Marcos Mezzottoni
¿Cómo se dio el proceso de “Eterno Retorno»? Supongo que el nombre refiere a la distancia temporal respecto al último álbum…
Felipe – Sí, hay de todo un poco ahí. Fue una época difícil, por lo menos para mí personalmente. No estábamos grabando hacía dos años o más, capaz. Yo tuve un quiebre mental que dejé todo, dejé laburos, dejé pareja, dejé la banda en la mitad de la grabación. No estaba contento con lo que estaba saliendo, me fui y los dejé en banda… Pero ellos me aguantaron la cabeza. Yo superé ese momento, ahora soy el ave fénix (bromea). Y sacamos este EP, que el nombre refiere no sólo a la distancia temporal del retorno sino a que era un proyecto que, por momentos, no sabíamos si seguir o no, se puso difícil y poco productivo. Se quedó en pausa el proyecto, entonces dudamos si darle un buen cierre o seguir. Entonces, es eterno retorno en todo sentido, porque hasta casi no volvemos.
En el momento en que ven que se allana el camino hacia el nuevo trabajo, ¿retomaron material que habían trabajado anteriormente o arrancaron de cero?
Joaquín – En realidad, si bien es como dice Felipe, que demoró un montón el proceso, tampoco es que lo cortamos, en ningún momento fue que lo dejamos en el freezer, sino que estuvo ahí todo el tiempo. Todo el tiempo las canciones estaban ahí o estábamos hablando de ellas, o pensando algo sobre ellas. Entonces, de alguna manera, se seguía trabajando en ellas pero muy, muy de a poquito. Hasta psicológicamente, ni siquiera estábamos arriba de las canciones. Fue un proceso largo, pero también orgánico en el sentido de que no se cortó en ningún momento.
Felipe – Y fue bastante productivo porque hicimos como 40 maquetas.
Joaquín – Tuvimos unas cuantas sesiones de estudio con la banda. Una cosa que nunca habíamos hecho era componer con la banda en conjunto. Siempre el proceso de composición partía de la base de beats armados, de música instrumental, electrónica principalmente, pero ahora, cuando arrancamos a componer, la dinámica fue distinta. Fue juntarnos con los pibes en el estudio dos, tres, cuatro veces, unas cuantas juntadas hemos tenido y tirar ideas, tirar ideas, tirar ideas, todos aportando desde su lugar. El guitarrista desde una guitarra o, incluso, el bajista desde un teclado, llegó a pasar que los propios músicos aportaran melodías de voces, cosa que antes jamás hubiera sucedido, y todo eso terminó construyendo las canciones que hay. También fue un proceso, además de largo por lo que contaba Felipe, fue complejo porque tuvimos que adaptarnos a otra manera de trabajar.
¿Cómo fue el trabajo en comparación con la metodología anterior?
Felipe – Fue totalmente nuevo. Lo que pasa es que había como dos versiones de la banda, porque escuchabas el disco súper electrónico con beats y, después de eso, en vivo, lo pasábamos a una banda de rock que tenemos atrás con tremendos músicos y era otro el show, era más rockero. Entonces, teníamos que plasmar eso también en el material y dijimos “bueno, vamos a probar. Tenemos a esta gente que toca mucho y sólo está haciendo aportes sobre un beat electrónico” y aprovechamos esas manitos de oro que nos acompañan.
¿Cómo hicieron el filtro hasta llegar a los cinco temas de “Eterno Retorno”?
Felipe – Eso fue lo más difícil, uno se encariña con algunas y quizás no se copa tanto con otras, y al ser siete personas votando es muy complicado.
Joaquín – Pero, también, algunas estaban más avanzadas que otras, por ejemplo. Pero, en general, era más ponernos de acuerdo y que las canciones tuvieran algo distinto que nos llamara la atención, que no fuera una repetición de lo que ya veníamos haciendo.
Felipe – Lo bueno fue que, como eran muchas maquetas, coincidimos todos en las que salieron, básicamente. Por algo están ahí, son las que nos gustaron a todos, no es que alguno no está conforme. Las que estaban primero en el ranking fueron las que salieron.
¿Fueron mutando estas canciones durante el proceso del EP?
Joaquín – Sí, muchísimo. Justamente, por esto que te decía, que más allá de lo largo que fue, fue arduo, fue difícil. Porque, al principio, nos costó entender esto de que todos aportábamos opiniones como compositores, no solo nosotros dos, que siempre fuimos el alma de la composición de la banda.
Felipe – Nosotros venimos de un productor que compone con nosotros dos dándole directivas y, en este caso, ya éramos siete personas metiendo cuchara. Para nosotros, por lo menos, como método de laburo fue diferente.
Joaquín – Eso ya implicaba desarraigarse de un montón de vicios que uno tiene. Por ejemplo, casarse con una idea o no estar acostumbrado a recibir críticas. Todo eso hizo que el proceso fuera difícil. De hecho, hay canciones que tuvieron tres o cuatro estribillos, nunca nos había pasado darle tanta vuelta a una canción. Pero era porque, quizá, la parte de la letra no nos convencía, pero lo musical sí, y entonces había que encontrar el punto medio entre continuar con esto que nos encanta a nivel musical, pero hay que seguir trabajando en la letra. Así fuimos moldeando un producto que a todos nos representara.
Lo que pasó ahora fue que nos dimos cuenta lo fácil que es ensayar estas canciones porque ya estaban pensadas como banda. No había ese vacío entre una canción armada sobre un beat y una canción tocada en vivo con instrumentos tocados por personas.
Hurakán Martínez
Supongo, desde afuera obviamente, que este método de trabajo con la banda integrada desde el arranque también les da otro training a la hora de grabar y salir a tocar.
Joaquín – Ya, a la hora de ensayar la diferencia es abismal. A nosotros nos pasó históricamente que, de la forma que componíamos antes, cuando llevábamos las canciones al vivo, como decía Felipe, se transformaban en otras canciones. No sólo era raro que hubiera una versión en vivo, sino que, a veces, era un parto llevar las canciones al vivo porque no estaban pensadas para tocarlas en vivo. De hecho, nos pasa con una canción que a nivel sonido está divina, que se llama “Terry”, que fue una canción que nos gustó siempre y, después cuando tratamos de llevarla al vivo no lo logramos. Ahora, lo que pasó fue que nos dimos cuenta lo fácil que es ensayar estas canciones porque ya estaban pensadas como banda, no había ese vacío entre una canción armada sobre un beat y una canción tocada en vivo con instrumentos y por personas, no. Ya estaba armada sobre instrumentos y personas, entonces era reproducir lo que ya se había armado. Fue un aprendizaje zarpado. La banda ya sabía lo que tenía que tocar antes de ensayarlo.
Antes, había que adaptar los arreglos de los instrumentistas a los arreglos que ya tenía la canción, y algunos rendían y otros no. Entonces, acá ya sabés qué rinde y lo que rinde lo vas a tocar igual.
Felipe – Es muy enriquecedor porque hay gente que está hace diez años con nosotros y recién ahora tiene la chance de componer, entonces plasmó ahí todas esas ganas que tenía. Nosotros éramos dos, lo cual ya es difícil porque no es un número impar, pero nunca hubo tantas personas tomando decisiones y eso a mi un poco me sacó de mi zona de confort, pero también estoy acostumbrándome a eso.
Por otra parte, debe ser renovador para la banda ¿no?
Joaquín – Exacto. Y es parte de la mutación, de ser un artista en un grupo, no artistas en solitario. Y si lo fuéramos, capaz, que también te apoyás en alguien para hacer tus movidas, entonces es parte de la evolución, me parece. Sería triste seguir en la misma rosca durante veinte años y no pasar por estos procesos y llegar a un punto en el que sólo estás dando vueltas sobre vos mismo. Para mí es re interesante y creo que nos aportó un montón a nosotros como proyecto musical haber cambiado, haber pegado un volantazo.
Felipe– Creo que iba a decantar solo, igual, eso. Porque el show en vivo era bastante más rockero. Sacamos “Desde La Zanja” (EP, 2020) en pandemia, que son versiones de los temas en vivo y nos dimos cuenta que sí, que era por ahí. Quizás nosotros estemos más rockeros, nos pegó el “viejazo” y estamos más rockeros… Lo que sí sabíamos era que queríamos ampliar el repertorio, no hacer más “Juana$” ni hacer más “Ifiunougüaramsein”. Entonces, se dio todo redondito, tenemos una banda de rock, queremos ampliar el repertorio y estamos más rockeros.
¿Siempre tuvieron claro que iban a lanzar un EP?
Felipe – Sí. O sea, sí teníamos claro que no íbamos a sacar un LP. Porque, aparte que son otros tiempos, han sido procesos muy largos y costosos que no sé si si estábamos para hacerlo.
Joaquín – Y, la verdad, que es difícil. Con la inmediatez de hoy, meterte en un álbum que después sabés que lo que te va a rendir es el single, no hay mucha relación costo-beneficio. No es muy conveniente porque te sale un montón de guita, de tiempo, para después sacar tres singles y ya está. Entonces, la idea era adaptarnos a estos tiempos que corren, sacar más singles y en ese tren dijimos “metámosle a un EP, un proyecto menos ambicioso”. Además, con esta nueva dinámica, acostumbrarnos a laburar de otra manera con un proyecto realizable.
Felipe – Lo que se pensaba en un momento era si sacar un EP o sacábamos singles. El método de laburo ya era diferente porque laburábamos de a una canción y la íbamos sacando, pero al final decantó en el EP, un punto medio.
¿Pero lo trabajaron como un conjunto, no como singles?
Felipe – Sí, lo bueno de eso fue que laburamos todo con el mismo sonido, digamos, la misma producción. Suena bastante homogéneo, que es lo que a mí no me llega a llenar de los singles de artistas que hacen cosas muy diferentes, estamos acostumbrados a escuchar discos.
Si bien el sonido es homogéneo, en los cinco temas desarrollan las distintas aristas de ls banda. Es decir, hay rock, hay electrónica, hay trap…
Joaquín – Yo creo que sí. Capaz que la decisión de que todas las canciones tengan un estilo distinto no fue tan consensuado, pero sí, a la hora de componer, la idea era salirnos un poco de lo que estábamos acostumbrados, de lo que estábamos haciendo.
Felipe – Había cinco traps que estaban tremendos, pero queríamos guitarras, queríamos rock and roll, queríamos hacer algo diferente, y sacar un EP de trap quizás no nos llenaba tanto. Pero sí, quedaron muy buenos temas afuera. Hay material, que no está como para largarlo, pero hay muy buenos temas. Es que agarramos esos cuatro o cinco traps y sacamos un EP de trap tranquilamente. Simplemente, estamos viejos y queremos guitarras (risas).
En cuanto a las letras, siempre hay referencias y personajes actuales del momento en que componen el material. ¿Cómo trabajan esa parte?
Felipe – Mirando TikTok, por ejemplo (risas).
Joaquín – Yo no sé si lo hago tan voluntariamente, me parece que soy un consumidor de cosas, principalmente de música y de películas, de cosas así, y se filtra, quiera o no se filtra. No hablamos particularmente de lo que nos pasa a nivel emocional, que capaz que podría ser un tema de conversación en una canción, pero hablamos de cosas un poco más estéticas y creo que es eso, la propia avidez de consumir cosas después se filtra en lo que uno expresa.
Si uno toma la discografía de AFC puede entender perfectamente lo que pasaba en cada momento a nivel de cultura pop. Eso también es una forma de hacer una crónica del tiempo que le toca atravesar a la banda…
Felipe – Y las palabras que se usan, también. Como yo soy muy fan de la fonética siempre estoy inconscientemente, porque no es algo que busque, como al alpiste de las palabras nuevas que se usan en el lenguaje pop. “Cringe” hace tres años nadie sabía lo que era, por ejemplo. Y los personajes van cambiando también. A veces, te cruzás con un personaje que tiene un nombre que está tremendo para hacer una rima e investigás quién es. En el 2010 era Wanda Nara, ahora es Milky Dolly (risas).
Creo que el sonido de banda iba a decantar solo, porque el show en vivo era bastante más rockero. Quizás, estemos más rockeros, nos pegó el viejazo y estamos más rockeros. También, sabíamos que queríamos ampliar el repertorio, no hacer más ‘Juana$’ ni hacer más ‘Ifiunougüaramsein’.
Donfëlipe
Este EP también marca un nuevo rumbo en cuanto a la forma de manejarse en el medio, ya que pasaron de trabajar con un sello convencional a hacerlo de forma independiente. ¿Cómo están viviendo este proceso?
Joaquín – También es un proceso difícil, pero estamos adaptándonos porque hubo otro tipo de cambios, cambiamos de manager, tuvimos que adaptarnos a la forma de trabajar de otras personas. Antes laburábamos con Bizarro, ahora laburamos con otra distribuidora digital que se llama Faro Latino y, la verdad, que fue difícil también. Fue todo como una seguidilla de pruebas que hemos tenido para lograr sacar este material y, en este momento, estamos tratando de disfrutarlo en el sentido de que ya nos adaptamos, ya conocemos la gente con la que estamos trabajando, ya está fluyendo de otra manera. Sobre todo darle el broche de oro con los shows en vivo, que para eso estamos laburando “heavy». Después, habrá que ver si al pasar de los meses los shows convocan y la gente va. Ahí también hay una prueba que no hemos vivido aún, pero las entradas se vendieron bien, entonces supongo que está funcionando bastante bien.
¿Cómo están preparando, justamente, el regreso formal en Inmigrantes?
Joaquín – La vuelta también fue muy conversada (risas). Porque, en un momento, pensamos en hacer algo grande, pero también está eso de que volvés después de un montón de tiempo, entonces no sabés qué cantidad de gente vas a convocar. Y a mí, personalmente, me pasa que cuando hacemos un espectáculo en vivo, siempre estoy pendiente de que la parte económica rinda, que no sea una lucha. En Uruguay eso es difícil para proyectos como nosotros que no son tan trascendentes y, además, había distintas cuestiones personales que hacían que quisieramos hacer algo más pequeño. Al final, nos decidimos por hacer Inmigrantes con dos shows chiquititos, contenidos y reventarlos. Por ahora, todo indica que va a pasar eso, así que estamos ensayando, estamos en la recta final.
Felipe – La incertidumbre, por lo menos para mí, era la falta de training. Pasé de rapear dos horas en vivo todas las semanas por los ensayos a estar dos años sentado…
Joaquín – A mí me llamó la atención que en los ensayos que había cosas que no me acordaba tanto, pero me sorprendí de mí mismo cómo antes lo hacíamos prácticamente sin ensayar. Ahora, después de tres años, te das cuenta de que es difícil, que era fácil porque lo estábamos haciendo constantemente. El año previo a la pandemia tocábamos muchísimo y ese año era jugar y cobrar. Salían toques y los hacíamos prácticamente sin ensayar.
Nos pasó de sorprendernos de lo bien que salía el ensayo, incluso habiendo dejado de tocar durante dos años y medio prácticamente. Las canciones estaban frescas, no las habíamos olvidado y eso también es parte del laburo de tantos años. Algunas letras, capaz, sí. Pero, las letras es cuestión de memorizar, pero el sonido general era de una banda en vivo, no era de un proyecto nuevo que había que encontrarle la vuelta.
¿Qué planes tienen para el próximo año?
Joaquín – En principio, el plan es tocar en Inmigrantes, ahora en una semanita, y eso es lo más concreto y lo que está en el foco. Después, seguir tocando. No hay nada planificado aparte de estas dos fechas, pero si hay ideas y, capaz, hay que sacar material nuevo. Pero, esa ya es otra charla porque falta un poco más de laburo para eso.
Felipe – Volvimos a abrir las carpetas de las maquetas que quedaron afuera, eso es un hecho. El primer paso está dado y ya es un avance.
Joaquín – Ojalá que puedan salir muchos shows el año que viene y podamos volver a tocar en vivo, afianzarnos en vivo de nuevo. Ir a Buenos Aires también es la idea, empezar a movernos allá porque es como un debe que sentimos que tenemos con el proyecto de no haber ido tanto. En Montevideo hemos tocado un montón, entonces capaz que dosificar más lo que es Montevideo y tratar de ir al interior o ir a Argentina y hacerlo rendir más por el lado de darnos a conocer y no tanto de reforzar lo que ya tenemos acá.
Felipe – Lo bueno es que una cosa va a llevar a la otra, porque el volver al ruedo y estar tocando te incentiva más y seguro eso nos motive, incluso, a agarrar esas maquetas y hacer temas nuevos o lo que sea. Es una motivación que tampoco estábamos teniendo últimamente al no tocar. Creo que es algo que alimenta, efectivamente.
Foto: Marcos Mezzottoni