Finalmente, tras la reprogramación de la fecha y cambio de locación, el pasado viernes 21 en el renovado Montevideo Music Box, se concretó la vuelta a los escenarios de Mandrake y Los Druidas compartiendo la noche con Sebastián Casafúa. Dos formas de entender el rock que, al mismo tiempo, funcionaron como complementarias; los primeros con un espíritu más crudo y setentero, el segundo con texturas y composiciones más influenciadas por los 90´s.
Casafúa y su banda abrieron la noche interpretando temas de «Caudillo» (un álbum que a dos años de su edición aún tiene resto) y de su predecesor «Las causas del siniestro» con el cual el cantautor inició su proyecto solista. Grandes y profundas composiciones como «Barba de abejas», «Hombre bengala» y «Racimo de ojos» (que rompió el hielo de la fría noche montevideana), lucieron en un sólido set donde los climas generados por la puesta de luces aportó en muy buena medida, algo que también se daría en el show de los Druidas.
Por su parte, la sólida formación liderada por Mandrake Wolf, que ya tiene su segundo trabajo en puerta, adelantó algunas canciones que formarán parte del mismo, intercalando clásicos de su disco debut como «Éstos son los días» o «Cómo brilla el sol» y otros que no lo son tanto, como la densa y poderosa «Hombre rana» y el boogie «Si no me hubieses conocido nena» (que cerró la noche, con solo de armónica a cargo del baterista Federico Anastasiadis incluído) pero que también se destacaron. Con el resultado a la vista y dado el contexto, la ya mencionada variación de coordenadas, agregó valor a una fecha en la que, si bien se hizo esperar, las expectativas fueron ampliamente colmadas.
A continuación, el resumen de la noche del regreso de ambas propuestas en imágenes captadas por Paul Hernández.
Mandrake y los Druidas
Sebastián Casafúa