La joven cantautora uruguaya Simona publicó «Noche Oscura del Alma», un segundo disco tan íntimo como potente, atravesado en sus letras por temas como la salud mental, la ansiedad y los vaivenes emocionales de la joven adultez. A lo largo de ocho canciones, la artista construye un relato honesto que funciona como bitácora de un proceso personal profundo, guiado por la palabra y sostenido por una banda que potencia lo emocional desde lo instrumental.
El martes 29 de julio a las 20:00 h en la Sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional del SODRE, Simona presentará en vivo las canciones de «Noche Oscura del Alma» y las entradas están disponibles a través de Tickantel.
A propósito del lanzamiento de su segundo trabajo y del mencionado show conversamos con ella.
Por Liber Aicardi

Foto: Pablo Bielli
¿Cómo fue el proceso de “Noche Oscura del Alma”, tu segundo disco?
Es un disco que se empieza a cocinar con una canción que es “Jazmín”, el segundo track de este disco, que es del 2023. Esa canción es la primera que sale a la luz del disco, y todas las otras canciones vienen impulsadas por todo un proceso del año pasado. Ahí sí me puse la meta creativa de componer un disco y generar más un concepto, que si bien es muy autorreferencial, el concepto se dio solo, porque viene también de un proceso propio que iba por todos esos matices y lados que busqué para el disco.
El disco salió también así, como una forma de tener un propio proyecto creativo, también en un momento emocional medio movido, en el que decidí transmutar todo eso a canciones y dejar un registro ahí, viviendo justamente una noche oscura del alma, que es un poco de lo que habla este disco: de esta transición a una nueva identidad. También de esta transición a la joven adultez, que viene con pila de información y pila de cambios.
En ese proceso fui creando mis canciones de a poco, en el correr del año. Después hablé con Esteban Demelas, que es el productor del anterior disco y también de este, y fue precioso que él me acompañara de nuevo, esta vez también con una banda, con mis compañeros que grabaron. Entonces, es un disco mucho más orgánico que el anterior, porque el anterior fue más como de laboratorio: Esteban grababa baterías, poníamos baterías electrónicas, íbamos haciendo ahí un laboratorio y generando las canciones. Esta vez hubo otro laburo de producción, que creo que se ve en la comparación musicalmente del disco, de mi primer disco a este. Pero no deja de tener a la poesía y a las palabras también como guía, que es un poco lo que a mí más me interesa cuando compongo.
Además de lo que recién mencionaste, ¿qué otras diferencias sentís que tiene este disco respecto a tu primer EP, “Florecer Flores”?
Primero que nada, creo que mi primer disco fue como un juego de una adolescente creando canciones que ni sabía que iban a terminar en un disco. Yo ni sabía que iba a hacer música profesionalmente, dedicarme a esto del todo. Aunque la pasión estaba, fueron canciones que salieron más de ese lado.
Y estas canciones, de este segundo disco, “Noche Oscura del Alma”, vienen con esa previa experiencia de todo el proceso del anterior disco. También creo yo, como música, con el trayecto de todos los compañeros y compañeras músicas que conocí, tocar con distintas gentes, escuchar nueva música también. Creo que como oyente también me nutrí de distintas cosas, y eso, en los géneros del disco, también lo veo. Es un disco que es mucho más popular que el anterior, por ejemplo. Tiene candombe, tiene una cosa medio… hay como un jazz medio raro por momentos, va por distintos lados, y creo que eso también se fue dando orgánicamente, con el paso del tiempo entre los dos y las cosas que yo fui experimentando al componer.
Sí siento que hubo una cosa más aceitada, capaz más en las palabras, de qué quiero decir, por qué lado ir al componer. Más aceitado mi método de componer, que en mi primer disco en algunas salieron primero la prosa y después la música, otras al revés… era como todo más “un loco».
¿Qué fue lo que te aportó grabar con la banda este disco?
Encontré un grupo que me ha nutrido mucho. Amigos, primero que nada, aparte de compañeros. También siento que hemos generado… empezamos a tocar juntos después de que salió “Florecer Flores”, a principios del 2023, y hemos tocado bastante este último tiempo. Nos hemos conocido bastante y creo que se genera una sinergia en el momento de componer, que eso es lo más difícil. Porque, aparte de que los admiro, siento que son musicazos. Cuando yo les llevo las canciones —que van solo desde mi guitarra acústica y la voz— ellos entienden totalmente por dónde va la canción, la fibra que estoy queriendo tocar. Y ahí empezamos a hacer un laburo de los cuatro, de componer arreglos.
En eso, ellos son sumamente libres de arreglar y componer, y todo lo que aportan es re rico. Creo que la banda le genera más ambiente a la música, y las palabras están mucho más sostenidas. También hay más partes instrumentales, que en el otro disco era más simple, por decirlo de alguna manera. Además de que me encanta tocar con banda en vivo, me parece muy divertido, increíble.
Esto también te libera en ciertos aspectos para concentrarte más en el canto, ¿no?
Totalmente, sí. Además, desde el punto de vista instrumental, ellos a las composiciones les dieron aportes que estuvieron buenísimos, y creo que tocar con gente es como una escuela re grande también. Eso estuvo buenísimo.
Además, hicimos todo un proceso de maquetas que ellos —Nicolás Villarroel y Mateo Olivero, que son el guitarrista y el baterista— saben mucho de producción, entonces hicimos maquetas, eso se lo llevamos al productor. Ellos también ayudaron pila en el proceso como de orden, porque era la primera vez que yo grababa con banda un disco. Entonces, estaba medio viendo cómo nos organizábamos, y al final estuvo buenísimo, porque fue reproductivo, la verdad.
Puntualmente, este disco tiene mucho dolor, pero también siento que hay mucha luz a través de ese dolor, y cantar todo eso me ayuda a verlo desde otro foco que simplemente sintiéndolo.
En cuanto a las letras y los temas que abordás en ellas, ¿de dónde sale esa necesidad de hacerlo de esta forma tan expuesta?
Creo que sale bastante de forma espontánea, en realidad. Me hace muy bien pasar al canto las cosas que me pasan, y cuando empecé a componer me di cuenta de que cantar también.
Puntualmente, este disco tiene mucho dolor, pero también siento que hay mucha luz a través de ese dolor, y cantar todo eso me ayuda a verlo desde otro foco que simplemente sintiéndolo. También siento que, a veces, estamos en un mundo como bastante ahora comercial, superficial… hacerle un espacio a las emociones, a mí puntualmente me parece muy necesario. También me gusta hacer música de esta forma y me hace bien. Ahora, capaz en un par de años voy por otro lado, pero es un poco eso: como a una persona de 21 años que le pasan estas cosas y las vuelca a música. Tampoco es que en el momento lo pienso tanto, pero después, cuando terminé de escuchar el disco, dije: “También es bastante como militante de la salud mental y distintas cosas que un poco están en mi proceso personal”.
¿Encontraste el rumbo del disco desde el inicio?
Sí, me lo propuse, pero igualmente siento que el proceso de las canciones se dio bastante espontáneo. Porque yo dije: “Esta próxima que viene, vamos a seguir este hilo, porque el segundo tema del disco viene así”. También eso… venía yo, persona, aparte de mi yo artista, pensando, procesando, viviendo, y también mi entorno, las amigas, cómo la joven adultez y todo esto que se siente de esta etapa vital también. Y sentí que necesitaba dejar un registro de todas esas emociones que estaban siendo mucho, pero que también me estaban haciendo crecer pila. Y eso fue lo que hizo que fuera el concepto: porque era todo lo que yo estaba sintiendo y pensando todo el tiempo, entonces yo no podía escapar de eso tampoco.
Hay un tema particularmente que me parece de lo más potente del disco, que es “Conviviente”, que habla de tu vínculo con la ansiedad. ¿Cómo surgió esa letra?
Siento que vengo de una generación, y mis padres también, que venimos con un sistema nervioso muy activado, ¿no? O sea, están pasando cosas a nivel ansiedad, depresión, salud mental. Al mismo tiempo, siento que hay mucha más información. También he hablado con mucha gente mucho más grande que yo, y sé que —ponele— cuando mi viejo era chico, también había pilas de trastornos mentales y de cosas que estaban re pocas diagnosticadas, y había menos información.
Pero sí siento que somos una generación que tiene mucho estímulo alrededor. Primero, que está la tecnología, hay muchas más presiones, que hay también esto que te hablaba de la etapa vital, como esto de “¿quién soy?, ¿qué tengo que ser?”, y eso también conlleva pila de presión, de estrés, de ese tipo de cosas.
Mi vínculo puntual con la ansiedad viene desde que soy muy chica, pero también esta canción, “Conviviente”, al principio arranca como muy peleada con eso, con la ansiedad, y al final termina como agradeciéndole y medio siendo amiga. Que es un poco eso lo que siento también: en el proceso de este disco fue como que yo empecé a aceptarla, a mi ansiedad, a lo que siento. Porque también pila de veces me dijo: “Estás muy sobrecargada, bajá”. O sea, “¿por qué siento esto también?” Es por algo. La ansiedad me está diciendo algo. Escuchala un poco.
A veces uno necesita tener un material que se hable de algo más emocional, de lo que nos pasa a todos, y poder sentirse representado. Capaz que como yo realmente lo digo en serio, la gente lo cree o lo escucha de otra forma. Creo que ese factor le da la seriedad.
¿Sentís cierta responsabilidad, con solo 21 años, al abordar algunas temáticas sabiendo que mucha gente —especialmente de tu generación o incluso menor— se puede sentir identificada?
La verdad que es muy emocionante, porque hubo algunas personas que se acercaron después del disco a decirme que les pasó lo mismo. Mucha gente agradeciendo por poder escuchar esas palabras en mi música y sintiéndose identificadas.
Siento que es eso también. A veces uno necesita tener un material que hable de algo más emocional, de lo que nos pasa a todos, y poder sentirse representado. Que lo puedo hacer yo o lo puede hacer otro cualquiera. Capaz que como yo realmente lo digo en serio, la gente lo cree o lo escucha de otra forma. Creo que ese factor le da la seriedad.
¿Cómo llevás esos comentarios? Porque también puede ser una carga pesada…
Yo creo que estoy como tirando toda la carne en el asador, y yo quería que eso fuera así. Estoy como súper exponiéndome, pero al final hay como un hilo de amorosidad también en lo que hago y en el que lo escucha que es re lindo recibido, y que al final me sanó pila también sacarlo, y escuchar devoluciones también. Y tocarlo en vivo es re power, es re divertido.
En este disco tenés una colaboración muy especial: Pedro Dalton canta en la canción “Febrero”. ¿Cómo surgió su participación?
Tremendo… es mi primer feat. con alguien, ¡y es con Pedro Dalton! A Pedro lo adoro, es muy amigo de mi familia desde que soy muy chiquita, y yo muy fanática de los Buenos, siempre. Y de él. La verdad que es una muy buena persona, aparte de un tremendo artista y un intérprete “del carajo».
Cuando quise grabar esta canción, “Febrero”, que encima es una canción bastante fuerte también, me empecé a imaginar a Pedro en esa canción. Me empezó a bajar eso de: “Bueno, yo lo quiero invitar”. Al mismo tiempo, sentía vergüenza de invitarlo, porque me da vergüenza “pesadearlo”. Entonces le mandé un WhatsApp y le mandé el tema. Le dije que iba a grabar el disco, que sentía que él tenía que estar, pero al mismo tiempo que me parecía bien que a él no le pareciera… y capaz no le parecía el momento mío tampoco. Estoy recién empezando, capaz me decía: “Esperá diez años y ahí vemos qué hacemos” (se ríe).
Me dijo: “Sí, lo hacemos, me encanta la canción”, y la grabamos. Y ahí está la canción, salió. Y él re entra en la canción.
Ahora se viene la presentación en vivo del disco, ¿cómo venís con la preparación del show?
Muy contenta, emocionada de presentarlo en la Sala Balzo. ¡Mi primera Balzo! Es hermoso. Primero, el Auditorio del Sodre me parece un lugar súper mítico, hermoso, y la Sala Balzo, que es preciosa, estoy re contenta. La verdad, no me esperaba, en mi segundo disco, ya poder presentarlo en este lugar, que me parece divino y súper prestigioso también.
Estamos preparando algo re lindo con un gran equipo. Es la primera vez que hago algo con tanta gente también. Estamos laburando pila, pero muy feliz. Ese va a ser como el primer show que hacemos bien escénico, con una linda apuesta visual, musical, de gestión también. Estoy re contenta.
