Galería: Fito Páez – “Páez 4030”

Los pasados 19 y 20 de diciembre en Antel Arena, Fito Páez cerró su gira “Páez 4030” con dos fechas sold out que originalmente estaban previstas para dar inicio al tour en el mes de noviembre. En esta oportunidad, revisitó íntegramente los álbumes “Del 63” (1984) y “Circo Beat» (1994), dos trabajos con una década de distancia entre sí, que también marcan la distancia entre la joven promesa rosarina y la figura del rockstar post “El amor después del amor”. En todos los sentidos, desde lo estético, hasta lo musical y la lírica.

Es claro que cuando un artista decide realizar conciertos celebratorios de trabajos que marcaron su carrera -o simplemente, cumplen fechas “redondas”- y decide respetar su tracklist original, cambia las estructuras de un show convencional, donde generalmente los hits clásicos suenan hacia el final, al tiempo que desempolva temas que, como en este caso, quedaron relegados décadas atrás. Ésta fue una buena oportunidad para recordarlos y -por qué no- presentarlos a las nuevas generaciones.

Tal como en el álbum “Del 63”, el show comenzó con el mítico verso “nací en el 63, con Kennedy a la cabeza” con Fito al piano como centro excluyente y una gran pantalla de fondo con imágenes otoñales. De ahí en más, el viaje en el tiempo siguió su recorrido con “Tres agujas”, “Viejo mundo”, “La rumba del piano” -con solo jazzero incluído- hasta llegar a “Un rosarino en Budapest”. Tras el intervalo, comenzó a sonar la emblemática intro circense que hizo que el público inmediatamente se pusiera de pie para mostrarse mucho más participativo, respuesta esperable al ser “Circo Beat” uno de los discos más exitosos y “para arriba” del músico. El clima de la segunda parte sería otro, más festivo por momentos, más nostálgico y emotivo, por otros. Pero siempre ovacionado.

Con una banda sólida, vestida de riguroso blanco – compuesta de nueve músicos incluyendo a la corista Mariela “Emme” Vitale- que viene acompañando a Páez en sus últimas giras, las canciones del álbum publicado en 1994 resonaron en el Antel Arena, acercando diez años la recorrida.
Si bien en su mayoría se respetaron los arreglos originales, hubo ciertas libertades -propias del vivo- que sumaron al show como el intenso solo a cargo del guitarrista Juani Agüero, las descomunales interpretaciones de Emme en “Rojo como un corazón” y “Las tardes del sol, las noches del agua” o el coro a diez voces durante la primera mitad de “Soy un hippie”.

Fito se dirigió al público en contadas ocasiones, siempre para renovar sus palabras de amor hacia nuestra ciudad. Esto contribuyó a mantener los climas originales en esta suerte de escucha colectiva de los álbumes, siendo funcional al concepto de la breve gira. En el final vendrían “Ciudad de pobres corazones”, con Páez a la guitarra por única vez en la noche, y “A rodar mi vida” -con un “chau, hasta mañana” nunca tan literal- acompañado del clásico de revoleo de remeras, camperas y demás etcéteras.

Este tipo de shows, por su propia naturaleza, corren algunos riesgos tales como no ser tan atractivos para quienes no conocen el repertorio en su totalidad, pero también valen para recuperar el disfrute de la obra completa, en tiempos en que las playlist y los “This is…” de Spotify condicionan la escucha. Páez acertó con su decisión de recordarnos de dónde viene. Él y quienes lo conocieron en cualquiera de las cinco décadas que viene atravesando con su música.

Por Liber Aicardi



“Páez 4030”
19/12/2024 – Antel Arena
Fotos: Paul Hernández

Fito Páez