El pasado jueves 19, Motosierra, arrasó La Cretina en el festejo de sus veinte años de vida. Y no fue sólo eso. Fue la celebración de veinte años de rock & roll actitud, de derroche de energía sobre y debajo del escenario, de comunión con su público -los Motobangers-, de creerse la mejor banda del mundo para dar el show más salvaje, caliente y divertido, a la vez, que podés ver, hoy, en Uruguay. Donde Marcos puede ser el frontman más arrogante y el payaso más querible del condado al mismo tiempo. Un verdadero entertainer. Juanmitz, además de hacerle la segunda al vocalista, es el que acelera a fondo con su guitarra. A «Tapa», el nuevo bajista, no le pesa nada la camiseta y, junto a Walo, son la caldera que necesita esta locomotora para llevarse por delante lo que sea, porque, lejos de sentir el paso del tiempo («nosotros nos sentimos más jóvenes gracias a ustedes» diría el cantante refiriéndose a la audiencia), el grupo está prendido fuego, también, en la ejecución. Lo que sigue, es la cobertura fotográfica realizada por Paul Hernández de una noche de fiesta, donde Motosierra cerró 2019 para encarar el largo recorrido que todavía tiene por delante.