El británico Morrisey publicó “Low in High School”, su undécimo trabajo solista, el cual, ya desde la carátula, lanza sus primeros dardos. En ella, se observa a un niño portando, en su mano izquierda una pancarta con la leyenda “Hachazo a la monarquía”, un hacha en la derecha, y, por si no quedaba claro, el palacio de Buckinham de fondo. Ésto es sólo el comienzo, ya que en el álbum también, encontramos, varias de sus habituales letras punzantes y críticas, como en el primer single “Spent the day in bed” donde arremete, entre otras cosas, contra el los medios (“dejá de ver las noticias porque las noticias intentan asustarte, para hacerte sentir pequeño y solo”), la alienación que del estilo de vida actual y la explotación de los trabajadores. Pero Moz va más a fondo cuando en “Who will protect Us from the Police?” hace explícitas referencias a la represión del gobierno de Maduro cuando canta “tanques en la calle atacando la libertad de expresión, debemos pagar por lo que creemos” y hacia al final del tema repite dramáticamente “Venezueeeela!”. Pero hay más. Dos canciones en las que deja en claro su adhesión a lsrael, “The girl from Tel-Aviv who could´nt kneel” y, la que cierra el disco, “Israel” (“y los que reinan, abusan sobre ti. Ellos también están celosos de ti. Ámate a ti misma como deberías, Israel”). En “Low in High School” conviven estas temáticas con las clásica lírica romántica, por momentos bien explícita como en “Home is a question Mark donde dice “envuelve tus piernas alrededor de mi cara”.
Cuando uno se enfrenta a un artista de tales características (y lo vivimos en el show que dio en nuestro país), no puede pasar por alto que su discurso es tan importante como su música, la que en este caso se torna un tanto más amigable (por adjetivarlo de alguna manera) con el oyente que en álbumes anteriores, pero sin perder el estilo y la elegancia que el ex The Smiths ha cimentado a lo largo de sus casi treinta años como solista. Se puede coincidir o no con su mensaje, pero cuando un artista de su talla sigue componiendo letras comprometidas e incomodando con su postura, es digno de respeto, sobre todo en un negocio de la música que, desde hace años, se tornó, cada vez, más superficial.
Escuchá “Low in High Shool” acá