MVD Sound City se consolidó como un clásico del invierno montevideano

El festival Montevideo Sound City tuvo su segunda edición, el día de ayer en el Auditorio Nacional del SODRE. A lo largo de una jornada que comenzó a las 16 hs. y se extendió hasta pasadas las 23:30, más de 20 bandas y solistas, colmaron de música todos los rincones del lugar, además de charlas, conferencias y feria de vinilos, sacudiendo así, la tarde y noche del domingo.

Por Liber Aicardi

Campo

En la fría tarde montevideana y, ante un público puntual, Riki Musso en formato unipersonal (sin sus Fabulosos Los Formidables), fue el encargado de abrir el festival en el escenario “Trovadores”. De ahí en más, una sucesión de shows coparon los cinco escenarios distribuidos en el Auditorio (“Fabini”, “Patricia, “Maui & Sons”, “Piano” y el antes mencionado). Socio fue la banda que abrió el escenario principal del complejo (Sala Fabini), con un sólido show, teniendo su punto más alto en la interpretación del clásico “Gris” (de Loop Lascano), con Christian Cary, de La Triple Nelson, como invitado de lujo. Mientras, en el escenario ubicado en otro escenario, el argentino Simón Poxyran daba un show muy peculiar con letras provocadoras. Papina De Palma (reciente ganadora de dos Premios Graffiti) presentó sus canciones acompañada por Juan Pablo Chapital en guitarra en el escenario donde la apuesta era más intimista que en el resto (“Trovadores”). Al mismo tiempo, Santé Les Amis inundó de pop electrónico, conjuntamente con una gran puesta de luces, la sala principal.

Socio

Uno de los artistas que, a priori, generaba más expectativa era, el uruguayo radicado en Estados Unidos, Juan Wauters, que, con una propuesta más austera respecto al resto de los números de la Sala Fabini, llevó adelante un show particular que convocó a conocedores y a algunos curiosos. Por su parte, Chillan Las Bestias, la banda rioplatense liderada por Pedro Dalton, dio un show intenso en la Sala Hugo Balzo y Nicolás Molina, ya sin Los Cósmicos, presentó sus canciones en formato trío (guitarra, teclado y batería).

El Rock y el Blues, dijeron presente en el festival con La Triple Nelson y Mandrake y Los Druidas (la nueva banda de Alberto Wolf), que mostró un interesante y poderoso repertorio de su inminente disco debut. “La Triple”, mostrando virtuosismo y contundencia, repasó varios de sus clásicos, incluso, Emiliano Brancciari de NTVG se sumó a la banda (tal como en el disco “La Sed”) para interpretar “Cielo todo gris”. Por su parte, Boomerang dio un enérgico show, en un formato más “rockero” (sin teclados), y adelantaron algunos temas de su esperado próximo disco, además de repasar varios de sus hits.

Santé Les Amis

En MVD Sound City también hubo lugar para el Hip-Hop con Eli Almic & DJ RC, y Los Buenos Modales quienes dieron el espectáculo más “caliente” del festival. La banda hiphopera fue de lo mejor y supo encender al público que se encontraba en la Sala Balzo.

Paralelamente a los shows, la periodista Kristel Latecki llevó adelante “charlas de Backstage” con distintos músicos como Federico Lima (Socio), Santiago Marrero (El Cuarteto de Nos, Santé Les Amis) y Juan Campodónico por citar algunos. Justamente, Campo, la banda de éste útimo, fue la encargada de cerrar los espectáculos de la Sala Fabini, con una actuación, de las que nos tiene acostumbrados, poniendo a bailar al público con temas como “Heartbreaks” o “Cumbio”. Una vez culminada la actuación de Campo, quien tuvo a cargo el cierre de lujo fue Luciano Supervielle, en el hall central del Auditorio. En el escenario “Piano”, fue que Supervielle reunió al público que se retiraba de las demás salas, en torno al piano y su bandeja. Temas instrumentales, piezas clásicas, rapeos y scratches, le pusieron broche de oro a un festival que llegó para quedarse y que mereció mayor concurrencia por su alto nivel artístico y de producción.

Cabe destacar, también, la muy buena organización, que superó aún a la de 2016, con los espectáculos comenzando puntualmente y un sonido, sumado a la producción, excelente en todos los escenarios, además de intervenir hasta el último espacio del Auditorio y mejorando la distribución física respecto al año anterior. Desafortunadamente, como sucede en este tipo de eventos, debido a la cantidad y superposición de propuestas, se dificulta poder verlas a todas y en forma completa, pero sin dudas, esta segunda edición de MVD Sound City posicionó al festival dentro de la agenda musical de nuestro país.

* Fotos: Metrónomo

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