El músico y escritor David Byrne, quien fuera líder de la clásica banda Talking Heads, visitará nuestro país para presentarse el próximo 20 de marzo en el Teatro de Verano Ramón Collazo, en el marco de su American Utopia Tour, luego de catorce años de su anterior visita. Byrne llegará, para ese entonces, con un flamante álbum, “American Utopia”, que se editará el próximo 9 de marzo. La gira de presentación del mismo, que tiene confirmadas 80 fechas hasta el momento, pasará por Estados Unidos, Sudamérica (incluyendo los Lolapalooza de la región), México y Europa. Según afirmó el propio artista, éste será «el show más ambicioso que he hecho desde los shows que fueron filmados para Stop Making Sense» con su ex banda, en diciembre de 1983.
Recientemente David Byrne brindó más detalles del show, a través de su sitio oficial: “El concepto de espectáculo es simple. Al igual que el concepto detrás del show que fue filmado para Stop Making Sense, la idea es súper obvia y fácil de describir. En ese show, fue ‘poco a poco mostrar lo que se necesita para hacer un espectáculo y luego activarlo’. En este caso, es ‘permitir que todos sean móviles en un escenario vacío’ (e imaginar lo que eso permite)”. Agrega que la idea vino de dos lugares “mi gira anterior con St. Vincent, en la que los músicos de la sección de metales eran todos móviles… y del aliento por parte de mi agente de reservas de viajes, quien señaló el impacto que estas personas en el escenario tuvieron en mis shows anteriores en comparación con las pantallas y la tecnología.”
La ambiciosa tarea para el inquieto artista no es sencilla, ya que según afirma: “Decidí llevar más lejos la idea del músico móvil, y pregunté si todos los músicos -batería, teclados, cantantes, todos- ahora podían ser móviles. Las guitarras y cantantes no son un problema, podemos hacer que sean inalámbricos con sus amplificadores y todo eso fuera del escenario, ¿pero teclados y batería? ¿Cómo hace uno eso?”. Su respuesta a estas preguntas fue “Con músicos inteligentes, tecnología inalámbrica y arneses. Las señales Midi del teclado ahora se pueden transmitir, así que tendríamos que probar eso. Batería y percusión: hay muchos grooves en mi música, en las canciones de Talking Heads y también en algunas canciones nuevas, así que tendremos que pensar cómo lograrlo. Pensé en las bandas de música (trabajé recientemente con una de Brooklyn en el Carnegie Hall) y las bandas de segunda línea de Nueva Orleans, y las scolas do samba brasileñas… todas las cuales tienen ritmos poderosos y son móviles. Hablé con Mauro Refosco, un percusionista con el que trabajo a menudo, y descubrimos cómo dividir musicalmente las partes entre varios ejecutantes; 6, para ser exactos.”
A medida que se iba desarrollando la idea, le fue sumando otras variantes como la posibilidad de que el escenario estuviera totalmente vacío sin monitores o luces, a lo que, a su vez le fueron llevando a nuevas interrogantes y, por ende, sus respectivas respuestas “¿Cómo hacer que ese vacío sea limpio? No queremos ver las cajas amontonadas en la parte posterior, o el mezclador de monitor sobre el costado o fuera del escenario tampoco. Una cortina podría bloquear todo eso, pero en los conciertos al aire libre, incluso un poco de viento soplaría una cortina y sería problemático. Me llamó la atención que en Las Vegas y en otros lugares utilizan una cadena liviana como una especie de cortina. ¿Pero podría una cadena verse semi-opaca? Tuvimos que encenderlo para ver. Mi diseñador de iluminación, Rob Sinclair, y el Director de iluminación Douglas Green estuvieron presentes. La respuesta fue sí… parece increíble. El concepto de espectáculo es simple”.
Más preguntas surgieron. “¿Las señales inalámbricas de los micrófonos e instrumentos pasarían por la cadena? ¿O rebotarían? Pasan a la derecha, ¡oh!
¿Puede el equipo fuera del escenario ver lo que está pasando? Sí, la cortina de cadena aparece parcialmente transparente desde atrás. El staff puede ver pero el público no puede verlos. ¿Se pueden arrojar sombras sobre la cadena? ¡Sí!
No detallaré todos, pero es bastante mágico.”
Para fianlizar, agrega: “Ahora, también estábamos probando algo más. Una tecnología llamada BlackTrax que permite que las luces móviles sigan y rastreen a los artistas. Los grandes actos tienen sus propios operadores de seguimiento: personas, a veces muchos, que apuntan los focos a la estrella y saben cuándo se moverán y dónde. No puedo hacer eso. Pero ahora existe esta tecnología que lo hace factible y tal vez incluso lo mejora. Los artistas usan diminutas luces de seguimiento infrarrojas, invisibles para ellos y para la audiencia, que pueden ser vistas por rastreadores arriba en la estructura. El operador puede instruir a las luces para que sigan a un intérprete o cualquier cantidad de cosas. Por ejemplo: uno puede asignar todas las luces para moverse en paralelo, siguiendo a un ejecutante”.
Por si quedaba alguna duda de la calidad de show que tendremos la oportunidad de presenciar en el mes de marzo, los detalles brindados por David Byrne no hacen otra cosa que confirmarlo, además de aumentar la ansiedad entre los fanáticos no sólo del artista sino de la música en general. Por lo pronto, las entradas ya se encuentran a la venta a través de Red UTS, con un costo, para las anticipadas, que va desde $920 a $1920.
* Fotos: davidbyrne.com