Los Discordinados: rock y psicodelia poronguera

#DesdeAdentro

Los Discordinados comienzan a inyectar nuevos sonidos a la ciudad de Trinidad en el año 2017. Una vez afianzados en un estilo de rock propio donde sus prosas distópicas y cargadas de surrealismo se abrazan con las estructuras armónicas y nuevos grooves, lanzan su primer disco «Desde Casa» grabado y editado de manera independiente.
Han tenido la oportunidad de presentar este trabajo en varios shows en el departamento de Flores entre los que se destacan la presentación de su primer trabajo en el Teatro Artigas de Trinidad y su participación en el Festival del Lago Encantado. También han tenido la posibilidad de llevar su música a varios rincones del país formando parte de la grilla del Festival Buena Onda en Mercedes y el Terraza Live en Durazno, así como llegaron a ser finalistas del concurso Pre-Cosquín a nivel regional en sus dos ediciones en Uruguay.
Luego de un 2019 que los llevó por varios escenarios de Montevideo donde participaron de la Movida Joven en la Sala Zitarrosa y shows en icónicos locales del under capitalino, la banda recibe el pandémico 2020 con el claro objetivo de finalizar el proceso compositivo de su segundo material discográfico «Argot» el cual cuenta con siete nuevos episodios sonoros que ya se encuentran en fase de grabación.
La banda ha comenzado a retomar sus presentaciones en vivo y el pasado sábado 18 de setiembre, agotaron la Sala Camacuá acompañados de otras dos bandas trinitarias: Cachalote y Blues del Trueno, replicando la experiencia del pasado mes de agosto en su ciudad natal con entradas agotadas. Charlamos con Patricio Botti (guitarra y voz) y con Benjamín Alberto (bajo) a propósito de apostar al presente y, sobre todo, al futuro para zafar del bucle en el que están inmersas las bandas del interior.

Por Andrea Villar Miravalles

En sus palabras: «Día tras día se escribe una historia, dos historias, tres, cinco. Historias que bajan del éter para manifestarse en nuestra realidad en forma de canción». ¿Cómo es el proceso compositivo de Los Discordinados?
Nuestra forma de trabajar no siempre sigue el mismo proceso. Un tema, a veces, se origina a partir de una idea y otras veces surge desde un fraseo musical o lírico. Nos tomamos nuestro tiempo con cada composición, dejamos madurar las ideas con el objetivo de no hacer canciones descartables. Cada pieza es un intento de definir el concepto de la banda y tiene que ver con el momento que cada uno está atravesando. Podemos estar por momentos más optimistas o motivados, en otros momentos rabiosos y buscamos que se refleje esa fluctuación anímica en los temas.

¿Por qué caminos musicales transita la banda? ¿Tienen algún referente local? ¿Qué música sonaba en sus casas?
El camino musical por el que la banda transita es el de la era de la información. Tratamos de no ser ajenos a ningún tipo de música a la que podamos tener acceso. Obviamente, tenemos nuestras preferencias, pero es más la música que nos queda por descubrir que la que ya conocemos.
Tenemos referencias que abarcan todas las épocas. Capaz que hacemos más énfasis en los 60s y en los 70s pero tratando de generar algo que suene a esta época; que no sea ajeno a la historia pero que sea diferente.
Los Discordinados tienen elementos del rock, del jazz, de la música psicodélica y hasta de la música académica que implica consideraciones estructurales y teóricas avanzadas.
La música que sonaba en nuestras casas, era música nacional folclórica y popular con una orquestación muy diferente a lo que hoy son Los Discordinados.
Como referente local te mencionamos a Christian Valiente, quien nos ha acompañado en algunos shows, un multi instrumentista trinitario capaz de transmitir claramente sus conocimientos, de quien todos hemos aprendido y es un gran apoyo para los que estamos cursando carreras relacionadas a la música.

¿Cuáles son las ventajas y desventajas de ser una banda de rock en una ciudad pequeña?
La principal desventaja es la condición misma de ser del interior ya que dependes del público y en una ciudad como Trinidad, este no tiende a apreciar el arte local. En una ciudad pequeña donde nos conocemos todos, el público no se acerca a la plaza a escucharte por que sos el vecino de acá a la vuelta.
La escena está muy centralizada en Montevideo, la gente del interior escucha bandas de Montevideo y la gente de Montevideo escucha bandas de Montevideo también. Los artistas del interior estamos tratando de romper con eso y generar una escena fuera de la capital.

¿Con qué apoyo cuenta una banda del interior para sus presentaciones? ¿Se generan espacios en festivales locales?
En cuanto al apoyo hacia los artistas locales, hemos pasado por diferentes momentos. Si bien ha habido apoyo por parte de las autoridades departamentales a proyectos artísticos locales, nunca se logró que fuera algo que se extendiera en el tiempo. Por suerte se está revirtiendo esta situación por mérito de los propios artistas que han luchado y golpeado muchas puertas, han insistido y trabajado para obtener apoyos a proyectos que eran considerados como poco convocantes a la hora de ser tomados en cuenta para formar parte de la grilla de un festival por ejemplo.
Esta relación entre público, autoridades y colectivos artísticos trae consigo mucha desmotivación para los artistas. Creemos que las autoridades y la misma población deberían apoyar los emprendimientos artísticos desde sus inicios con políticas culturales que lleguen a la juventud y la niñez y eso les permita crecer dentro del arte. Si no, estamos atrapados en un bucle.
Pero no todo es negativo, paradójicamente esta realidad conlleva un aporte al hecho artístico en sí ya que el músico, bajo esas condiciones, tiende a querer irse de ese lugar como nos pasó a nosotros. Nos vinimos todos a Montevideo y comenzamos a frecuentar el circuito del under capitalino y esos nos enriqueció un montón. Nos hizo salir de la zona de confort y que nuestra música se comience a complementar con un nuevo y auspicioso contexto lo que nos permitió drenar todo eso malo y canalizarlo en el arte.

¿Cómo vivieron la participación en el concurso Pre-Cosquín a nivel regional? ¿Qué aporto a la banda esta experiencia?
Llegamos a la etapa final en las dos ediciones del Pre Casquín con bandas regionales como Media Hora de Florida y Tríada de Durazno. Son proyectos que vivieron cosas muy similares a las nuestras por lo que hay mucha empatía y se dan encuentros muy satisfactorios. Si bien es un concurso, es una gran oportunidad de tocar en otros lugares y con otro público. Nos presentamos a estas instancias porque te enriquecen. Estamos siempre abiertos a experiencias que nos hagan crecer.

Presentaron un show en Flores con dos bandas locales amigas y replicaron el mismo evento en la Sala Camacuá de Montevideo el pasado 18 de setiembre. ¿Cómo surge la idea de producir esos dos eventos? ¿Cómo los recibió el público de la capital?
Esos fueron los dos primeros shows oficiales luego de la pandemia y quedamos muy contentos. Se generó esta posibilidad a través de la Asociación de Artistas Unidos de Flores que, con sus nuevas autoridades, están haciendo que las cosas sucedan.
Las dos bandas que nos acompañaron son bandas hermanas con las que hemos trabajado en esta construcción de oportunidades acompañándonos mutuamente a lo largo de los años. Hay integrantes de Cachalote que antes tuvieron bandas con alguno de los Discordinados, lo mismo pasa con Blues del Trueno. Estos músicos han ido formando diferentes bandas hasta llegar a estos tres proyectos bien consolidados, cada uno con su trayectoria, sus canciones y su material pisando fuerte y queriendo crecer. Apostando al presente y al futuro.
Fue un intercambio precioso que nos permitió consolidar una escena trinitaria y donde el público montevideano nos recibió excelente, agotando las localidades. Se generó algo muy lindo que se transmitió al público y al equipo técnico tanto de la Sala Camacuá como del Teatro Artigas.

¿Desde dónde surge la idea de incorporar visuales a sus shows? ¿Cuál ha sido la respuesta del público a ese viaje sensorial por el que los hacen transitar?
Cuando llegamos a un momento en que estábamos conformes con el sonido de la banda en vivo y en estudio, comenzamos a pensar en la puesta en escena. Para el show de la Sala Camacuá cada uno se puso a hurgar en diferentes ámbitos artísticos como el cine, la literatura, el teatro y para ver cómo podríamos innovar. Nuestro tecladista nos presentó un software que a partir de ideas que le vas tirando genera patrones y te arma un clip. Cada uno de los músicos se ocupó de generar un clip para cada uno de los temas y así ofrecer información visual y sonora en el espectáculo. Eso, al público, le partió la cabeza y luego del show se acercaron a saludar y destacar la puesta en escena. Tuvimos en cuenta también que nuestra vestimenta fuera neutra para no distraer la atención. Fue una gran experiencia y, desde ya, lo vamos a seguir implementando.

¿Qué nuevos sonidos encontramos en su segundo trabajo Argot?
Para este disco incorporamos un tecladista, para sumar un nuevo campo armónico y generar una nueva sonoridad por lo que, también, el proceso de grabación está siendo muy diferente. Hemos ensayado muchísimo y le estamos dedicando mucho tiempo y especial atención a cada detalle. Estamos pre grabando los temas para tener una referencia de que es lo que aún faltaría explotar de cada corte y que es lo que estamos haciendo bien.

¿Cómo fue el proceso de composición de estos nuevos siete cortes atendiendo a que los sorprendió la pandemia en plena producción?
La pandemia la encaramos de la mejor manera posible, siempre ensayando. Nos permitió enfocarnos en el proceso de grabación ya que no podíamos tocar en vivo. Terminamos de escribir y de arreglar los temas, nos favoreció poder tomarnos todo el año para eso.
Estamos seguros que este proceso de producción colectiva del disco va a traer un crecimiento personal y grupal que nos va a dar la energía para ampliar los horizontes de la banda. Tenemos planes de hacer énfasis en la difusión y comunicación del proyecto para llegar a un mayor público. Tras la salida del álbum pensamos apuntar mucho a los audiovisuales con una sucesión de video clips de cada tema y la incorporación definitiva de de éstos a la propuesta en vivo.

Los Discordinados son
Patricio Botti: guitarra y voz
Inti Valiente: guitarra
Benjamín Alberto: bajo
Nicolás González: teclado y sintetizador
Marcos Jaime: batería

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