Galería: Niña Lobo en Plaza Mateo

En un año que pudo haber frenado el impulso conseguido en 2019 por Niña Lobo, a causa del cese de los espectáculos en vivo durante un largo tiempo, los hechos demostraron que el tren de las lobas no sólo no se detuvo, sino que además, cierra este 2020 con la confirmación como parada transitoria. Tras la participación de las ediciones vía streaming de los festivales Pilsen Rock y Montevideo Rock, donde lograron una muy buena exposición, obtuvieron el Graffiti a Mejor Artista Nuevo (además de Mejor EP) en la última entrega de dichos premios y volvieron a los escenarios presenciales, sin dudas, el lugar que mejor les sienta.

La fecha del pasado jueves 3 en Plaza Mateo, de algún modo, puso a prueba la real convocatoria del quinteto, prueba que salvó con creces agotando localidades con varios días de antelación y, quienes estuvimos allí, presenciamos la concreción de este fenómeno en ascenso. Niña Lobo ya puede decir que tiene un público real, más allá de likes y el humo virtual que expiden las redes. Ahí estaban ellas, frente a doscientas personas (de no existir limitaciones en el aforo, hubieran sido más) que respondieron a su convocatoria, tocando y pasándola bien. Porque si algo queda claro cuando uno asiste a sus shows, es que se divierten. Tal como si estuvieran en su sala de ensayo, entre risas, sin poses y, sobre todo, con mucha frescura. Pero, más allá de todo esto, disfrutando de este momento que las tiene en la vidriera de la escena local. Si a eso le sumamos un repertorio que, aunque reducido, a estas alturas, ya cuenta con varias de “ésas que queremos escuchar” como “Decís que no”, “Barcelona”, “Domingo” y “Balada”, la presencia de Martín Rivero para interpretar “Pájaros violetas” (del debut solista de Rivero), Gonzalo Deniz para versionar “El amor anda suelto” y Lucía Romero acompañando con su trompeta, el balance del show resulta más que satisfactorio.

Definitivamente, el fenómeno Niña Lobo trasciende lo musical. Es mucho más que los temas que conforman sus dos EPs (hoy reunidos en un CD físico, recientemente publicado). Hay una identificación generacional y hasta (¿por qué no?) de género que las ubica en ese lugar que hoy ocupan. Tampoco es menor que en tiempos donde el rock ha perdido protagonismo a manos del ascenso de otros sonidos, un grupo de chicas haya elegido apostar por las guitarras y provoquen tal identificación.

Lo que sigue es nuestro registro en imágenes de Paul Hernández de una noche que, además, contó con la apertura a cargo de A.M.I.G.A. y la ambientación musical de DJ Chismosa.

Liber Aicardi

Niña Lobo

 

A.M.I.G.A.

 

Dj Chismosa

 

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